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  • Foto del escritorNuria Moreno Mesa

Entrenamientos online durante el confinamiento. Guía de supervivencia.

Durante el confinamiento, los entrenamientos “online” son una tabla de salvación, no sólo para los deportistas, también para gimnasios, entrenadores y profesionales del sector. A ellos les permite continuar con la actividad y a nosotros seguir entrenando. Son una opción muy válida para deportistas y aquellos que no lo son tanto, pero a veces pueden convertirse más en un impedimento que una ayuda para hacer deporte.




En primer lungar nos encontramos con un bombardeo de información. Nos llueven entrenamientos online, virtuales, “youtubes” de todo tipo, personalizados, sin personalizar. Mensajes con vídeos, sin vídeos, re-vídeos, artículos de gente conocida, desconocida, amigos de amigos o de nuevas posibilidades que abren páginas, revistas y organizadores.

Mientras nos rodean con tanto entrenamiento, los deportistas nos enfrontamos a la difícil prueba de encontrar un equilibrio entre tirarnos al sofá desmotivados por la cancelación o cambios de fechas de las competiciones, imposibilidad de entrenar por objetivos, incertidumbre de lo que pasará, o, en el otro extremo, ponerse a entrenar de forma obsesiva para aprovechar el momento e intentar mejorar como si no existiera un mañana sin calmarnos e intentar sacar algo positivo de la situación.

Tras un árduo proceso selectivo, conseguimos reducir nuestros entrenamientos“online” a los que se ajustan a nuestro nivel, con personas conocidas a las que tenemos confianza y esperamos pasar un buen rato. El objetivo es simplemente mantener la forma sin lesionarse para poder continuar en un futuro incierto. Esperemos sea pronto.




Pensamos en positivo, tendremos la sensación de estar en grupo y entrenar con otros como si estuviéramos acompañados. En estos momentos de confinamiento cualquier apoyo psicológico es de agradecer. Salud física y salud mental a la vez. Además, claro está que entrenarás en grupo. Siempre te esfuerzas más y no dudas en hacer lo que te dicen. Te acuerdas de tus maravillosos entrenamientos con amigos y amigas y así piensas que no los echarás tanto en falta. Todo bien, por ahora.

Pero no estamos ni preparados ni acostumbrados a los entrenamientos "online". Ni las conexiones, ni los equipos, ni los programas, ni las personas que dan las clases saben muy bien como hacerlas y tampoco los deportistas como seguirlas para obtener algún beneficio.

Malas conexiones, programas lejos de funcionar bien porque no están concebidos para hacer entrenamientos deportivos en grupo. Algunos de estos programas están pensados para video conferencias, y todos sabemos los problemas que dan, imaginad una sesión de entrenamiento en grupo en donde las sombras de las imágenes de los participantes tapan parcialmente el ejercicio, normalmente la parte del cuerpo que más necesitas ver para no darte de bruces con los dientes en el suelo. A veces ves unos brazos que ondean al aire y, digamos que haces puntos hacia la creatividad y juegas a imaginarte el resto del ejercicio inspirada por los alegres comentarios de la persona que te los enseña.



Algunos días, la pantalla cambia por arte de magia y enfoca al techo de un compañero en vez de al profesor, o alguien se dejó el micrófono abierto y escuchas el perro del vecino y no la descripción del ejercicio. Ves es el techo y escuchas el perro. Vamos bien.


Algunos programas tienen hay limite de tiempo. Te han traído un paquete y sales pitando a decirle al transportista enmascarado que lo deje en la entrada. A fin de cuentas es un confinamiento y la vida sigue. Hay imprevistos cotidianos. Regresas y el entrenamiento está acabando. Te sientes culpable y decides ir a hacer un aperitivo a la lejana cocina. Mañana será otro día. Miras la pantalla, te sientas agotada de no poder hacer nada y miras las escaleras de tu casa con un cariño inusual.


La situación no es agradable para nadie. El carácter nos hace aguas a la mayoría y no precisamente mostrando nuestras mejores virtudes. La motivación que tenemos para hacer deporte es diferente en cada persona, pero si estamos acostumbrados a que sea parte de nuestra identidad, es muy posible que sea el elemento que nos equilibre, y no es momento para perder este equilibrio, ahora que lo necesitamos tanto.


Por mucho que nos gustara a todos nosotros, los entrenamientos online no son clases presenciales, y hay unas diferencias enormes.


Puede que si queremos crear un entrenamiento online agradable y participativo para otros tengamos que adaptarnos y dedicar unos minutos a saber que ven los miembros del grupo en la pantalla y saber encajar nuestra imagen lo mejor posible, +repetir varias veces lo mismo aunque nos parezca redundante, integrar a los participantes en el grupo con preguntas que se puedan contestar con gestos fáciles o sencillos afirmativos o negativos, animar de vez en cuando fijándose en esas sombras que a lo mejor no sabemos quienes son para que los participantes se sientan dignos de su nombre: "participantes" ergo...estan participando en algo y así, de camino, hacemos todo más llevadero para ambos lados de la pantalla creando un sentimiento de grupo que no es real y marcando el lado positivo frente a entrenamientos online unidireccionales como pueden ser los del Youtube y los limitadisimos del Instagram y Facebook. Nos tenemos que armar de paciencia y empatía. Estamos todos en el mismo barco.

El feedback de los entrenamientos en grupo al día de hoy con programas que se están utilizando es muy difícil EN AMBOS SENTIDOS y hay que tener claro en que marco se realizan ese tipo de entrenamientos, los límites que hay y el objetivo que tienen.

Por nuestra parte, tampoco podemos esperar que el monitor o el entrenador esté por ti o que nos hable como si fuera individual o en persona. Con un poco de suerte tenemos un día bueno y se le ve y se escucha medianamente bien, distingues al menos el color de la camiseta de los otros y te dispones a cerrar el pico, el micrófono y a intentar pasar un buen rato. No puedes aspirar a mucho más.


Hay otro sistema que también funciona todo el mundo, saben donde está, que papel tiene y se sortean esos límites con sentido del humor y alegria: ni se ve bien, ni se escucha bien, hay ruido de fondo, todos por allí saltando y gritando a la vez. La verdad es que cardio se hace un montón, se suda mucho, y lo más importante: se pasa un rato genial, porque a fin de cuentas, si lo que queremos es un entrenamiento “de verdad” o lo hacemos en persona o esperamos a la próxima pandemia, que todos sabremos mucho más cómo hacerlo esto de los “entrenamientos online”


Pues eso, paciencia, empatía y a continuar haciendo deporte sin lesionarnos, ni física ni psíquicamente. No nos perdamos en la cara oscura del confinamiento e intentemos aprender algo entre todos sin hacernos mala sangre. No merece la pena. Que la fuerza nos acompañe.




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